lunes, 16 de junio de 2008

...y si uno no se ayuda?... carta para ti...

...en fin, es complicado dar forma con palabras a los sentimientos, a su fuerza...
Cuando una personita a quien tengo un aprecio enorme, a quien quiero con todo mi corazón, sufre, comparto su carga.
Sé que está en el fondo de un bache, sé que no se despega de su pasado... de su vida que lo acompaña cada día, como un saco de piedras a la espalda... es su carga, es mi carga... en mi se mezclan sentimientos confusos de rabia, impotencia, necesidad de dar todo por él, incluso culpa por no tener la sapiencia necesaria para saber entregarle aquello que necesita para salir adelante.
Porque lo que vale para uno, no sirve para el otro.
Quizá... o puede que si se hace un esfuerzo puede darle el empujón que requiere la situación.
A lo que me refiero es que, si es una persona cercana, bueno... le animas a salir, le sacas a veces obligado de su refugio de falsa seguridad... y piel con piel, juntos, existe un intercambio de complicidad también física. Es un "te veo" que me ayudas.
Pero... en el caso de una persona a la que no he visto físicamente... amigos de distancia... se hace más cuesta arriba, digamos que prácticamente se forma un talud vertical... tan difícil de subir a pie que hay que cambiar la táctica y limitarte a escalarlo.
Cómo se escala a su corazón? cómo puedes llegar a la cima de su sentimiento?
Y cómo se explica un abrazo? se describe? cómo y de qué modo se concretizan en palabras los sentimientos, las sensaciones?
Te puede llegar la fuerza de alguien al otro lado del ordenador... yo diré que si, que noto la energía que muchas veces me envían.
Pero... no siempre es suficiente, de hecho en este caso que menciono, no lo es.
Cuánta rabia interior... no me gusta sentirme así... no, porque la pelota pasa a mi bando y es entonces cuando me encuentro débil y frágil... a veces ignorante, otras perdida. No saber reaccionar de manera constructiva. Tristeza...
En este caso, cualquier palabra, frase bonita, consejos bienintencionados que pueda darle le sonarán a canción vieja... y veo que lo mejor es callar.
Todos podemos saber la teoría, verdad? y en la práctica las tornas cambian y sientes que no sabes nada, que no va contigo lo aprendido.
La personita en cuestión... es, muy especial... un tesoro lleno de valiosas joyas y él entero un diamante en bruto...
Es tan sentido que no olvida, no pasa página, y su presente se transforma en su pasado y no vive... espera... a qué?

Nadie vendrá a salvarte... acaso tú mismo tienes la última palabra en tu lucha.
Si esperas ese algo que sabes que llegará, ves pasar los días, semanas, meses... delante de ti y tu vida se derrama...
Y cuando llegue... posiblemente te refugies en eso y pretendas aparcar lo que ahora sufres... pero no habrá sido superado.
Obligarse? es una opción, te fuerzas, esfuerzas y refuerzas a hacer pequeñas cosas... no para desconectar precisamente... sino para volver a ser partícipe de la vida. Salir un rato, quedar con alguien a tomar algo, realizar una tarea que te guste, un hobby (si no tienes, lo buscas)...
También es interesante tener en cuenta la ayuda profesional si puedes servirte de ella, es un apoyo...
Pero, esencialmente, tiene que salir de ti mismo.
No puedes pasarte día tras día sumido en tu burbuja, no queriendo desprenderte del pasado, del dolor asfixiante en tu corazón.
Te sientes solo... pero no ves acaso que estás rodeado de personas que velan por ti, tu familia, amigos, compañeros... yo.
Sé que eres así... no debes cambiar, sabes que no... pero tienes que mejorar, hacerte un poco más fuerte y dejar de mirar el suelo.
Bueno, vale, puede que así, mirando el asfalto estés seguro, evites que te hagan daño, sufrir... te quedas ahí, en tu burbuja...
Pero, sabes? te pierdes los colores del mundo, te pierdes ese cielo azul, esa gaviota que sobrevuela el mar, la sonrisa de un niño... te pierdes la vida completa.
Sufrir está a la orden del día... es parte de la existencia, se acepta así, la probabilidad de un posible varapalo que te puede venir.
Pero también tiene cosas preciosas...
Acaso vas a perderte una rosa, la suavidad de sus pétalos, su fascinante aroma, la propia belleza... por las espinas que pueda tener su tallo?

"Despierta,
otro día sin tregua tras la madrugada,
que hoy tampoco te dejó dormir...
puede que haga frío en el desafío,
de enfrentarte a tu devenir,
nadie hace nada por ti,
tú despierta...
Despierta,
tras esa ventana crece la mañana,
Hoy la vida te invita a vivir...
borra los agravios de tu calendario,
que hay caminos por descubrir,
tienes que aprender a sentir,
tú despierta..."
(El callejón del Duende, David de María)
No pienso dejarte por imposible, jamás lo haré... seguiré contigo a tu lado, aunque no quieras, si huyes te seguiré donde vayas.
Cuidaré de ti, en la distancia, seré tu angelito de la guarda, de la misma forma que tú lo eres conmigo.
No te rindas por un tropiezo... ni por dos o dos millones...

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