domingo, 24 de enero de 2010

Así, simplemente...

Mirarte a los ojos es perderse entre castaños, deslizándome por la suavidad de un risco para aterrizar en tu almohada de amapolas...
Tu presencia me anestesia...

Qué difícil tenerte cerca y no poder tocarte; hablarte y no decir lo que siento...

domingo, 17 de enero de 2010

Mientras...

Me hiciste un gesto para que me acercase y, mientras me enseñabas en la pantalla del ordenador y me instabas a mirar imágenes... desvié mi atención hacia ti... observando tu silueta sentada y yo, deseando abrazarte por detrás, así, de pie como estaba, y acurrucarme en tu pelo, apartar un mechón suavemente para acercar mis labios a tu cuello mientras me arrulla tu fragancia... desearía que el reloj detuviera las agujas y quedarme así... piel con piel, sintiéndote...
Y mientras yo soñaba despierta mirando sin ver, vuelvo a la realidad de las séis de la tarde de un viernes, donde a escasos centímetros de ti padece la sombra de mi persona, perdiendo por ti la poca cordura que queda en ella.
Me enamora tu sola presencia mientras por dentro se deshacen los pilares de la esperanza...

sábado, 16 de enero de 2010

soledad por imposición...

La soledad me acompaña... irónico...

Aprecio estar sola, preferiblemente si es de elección propia.
Hoy es un día de esos que suceden, coincidente en unir mi entorno al resto y yo, en medio sin saber qué hacer.
Un sábado... tengo dónde elegir, mi diccionario no aprendió la palabra "aburrimiento" ni derivados... sé aprovechar el "tiempo libre"...
Pero hoy, son veinticuatro horas de escalada contracorriente con soledad impuesta.

Mente disgregada...
Tú en mis pensamientos...

Lo más sencillo es para mí un gran regalo... incluso lo típico... quedar para tomar un café.

En fin, me adaptaré y seré espectadora de lo que acontezca... porque para ser incluso tramoyista sería necesario algo imposible...

Gracias por este día....

Me ha gustado el día de hoy, más cerquita de ti...
Gracias por dedicarme un ratito de tu tiempo y por aceptar con sonrisas mis conversaciones continuas...
Ignoro la vida de este conjunto de sensaciones, aunque espero en parte, que no se prolongue excesivamente... mi corazón no tiene tanto aguante y hay momentos que sufrir en vano solamente supone eso, sufrimiento...
Quisiera saber con certeza si lo que creo que es, lo es realmente o tan solo fruto de mis ilusorios sueños... dime...

"Y si fuera capaz de mirarte
y decir lo que siento.
Si pudiera tenerte más tiempo
del tiempo que tengo.
Si pudiera seguir a mi lado
tan sólo un momento.
Si sólo fuera capaz
de romper el silencio
y detenerte en el tiempo.

Quisiera descubrirte
estar donde tú estás
mirar desde tus ojos
poder ir donde tú va
sen mi torre te espero
y desespero en tu ausencia.

Porque eres la razón de mi ser
mi anhelo, mi perder, mi destino
ahora sólo vuelve, quédate
diez minutos conmigo, conmigo..."

Diez minutos E.M.

sábado, 2 de enero de 2010

Hace frío sin ti...

...tú...
Después de estos días rodeada de gente, he conseguido un momento de sosiego. Al parecer, el felino habitante de aquel hogar también se refugiaba de los escandalosos humanos, enroscado sobre sí mismo en un rincón del dormitorio. Pedí permiso con una mirada y supongo que no le afectó el compartir su espacio. Me acerqué y con suaves palabras le acaricié la cabeza, pasando por sus orejas y dejando caer mi mano sobre su lomo; seguidamente me agaché y arrimé mi nariz a la suya, como gesto de saludo. Y así, en esa quietud me sentí arropada.
Cerrando los ojos podía atisbar las líneas del silencio y lograba observar el despacio pasar del tiempo... y así, en ese estado de parálisis, me encontré con mi corazón. Parecía reposar armonioso, si no fuera por un súbito encogimiento.
Hubiese sido más sencillo que se hubiera mantenido esa marcha planeada, ya que superado el dolor inicial, éste se traduciría en anestesia y evitaría el conflicto de elección entre lo que es fácil y lo que es correcto.
Ahora, tu permanencia supone un trauma mayor, por la utopía que representas...
Felino amigo de ronroneos, imploré a sus límpidos ojos verdes... y cesé mi bullir de sentimiento hundiéndome en su pelaje.
El pausado latido me transmitió ternura y absorbió parte de mi condena.
Pensé,
qué tiene de malo aceptar el camino sin cambiar la dirección ni el sentido,
pensé,
que quizá no fuera tan terrible...
que fuera la elección fácil, sin implicar riesgo...
pensé,
si acaso no era mejor así, salvando de dañar a esa otra parte...
conformarme tal vez?
Y, aunque pasados los días he esperado, me he dado cuenta que para mí eres y el viceversa está vacío.
Te tengo que dejar cómplice de sueños, los semejantes me convocan y no debo defraudar...
Contigo dejo un puñado de lágrimas no lloradas... y también te dejo a ti... al menos durante este rato de evasión familiar.

Me traerías un abrazo?... no quiero nada más...

Hace frío sin ti, pero se vive. (Roque Dalton)