domingo, 24 de enero de 2010

Así, simplemente...

Mirarte a los ojos es perderse entre castaños, deslizándome por la suavidad de un risco para aterrizar en tu almohada de amapolas...
Tu presencia me anestesia...

Qué difícil tenerte cerca y no poder tocarte; hablarte y no decir lo que siento...

2 comentarios:

Esther dijo...

A veces, no es fácil decir ciertas cosas.

Mirarte a los ojos es perderse entre castaños... me encantó esa frase. Para mi desgracia o quizás suerte (sí, mejor suerte porque así ya me evito posibles sufrimientos) ya no tan fácilmente me puede gustar alguien o al menos, me intento controlar y es que tb hay veces en que te dicen muchas mentiras; normalmente, en todo caso, sólo eres un pasatiempo. Es muy triste: gente separada o con hijos de uno y de otro... Un sabio conocido me dijo que la vida está asquerosa y le doy toda la razón. ¿Para qué molestarse? Mejor sola... eso es lo que pienso ahora.Total... seguramente no te querrán de verdad. Así que para qué... Mejor sola, sí y te evitas posibles quebradeos de cabeza. A veces, sientes la soledad que te pone al borde de hacer una locura... pero, soy fuerte. Bien dice el dicho, que es mejor el remedio que la enfermedad. Sorry, por mi pesimismo pero, es lo que me ha llevado a pensar todo lo que veo, lo experimentado, quizás...

Saluditos.

miabichucho dijo...

Miti cariño,... todo es, segun con el cristal con el que se mire, la misma cosa, siempre es tan relativa, mala... buena, si nos empeñamos en mirarlo por el lado positivo, ¡sentir que vives!, siente que sientes, no estas en coma. AMAS. Lee este relato, me lo mandó un amigo,...un amor durisimo, pero tan desapegado, no se?? trae calma, hasta que el otro traiga momentos... Te quiero preciosaaaaa.

COMO BAILAR BAJO LA LLUVIA
Era una mañana agitada, eran las 8:30, cuando un señor mayor, de unos 80 años, llegó al hospital para que le sacaran los puntos de un pulgar. El señor dijo que estaba apurado y que tenía una cita a las 9:00 am.
Comprobé sus señales vitales y le pedí que tomara asiento, sabiendo que quizás pasaría más de una hora antes de que alguien pudiera atenderlo. Lo vi mirando su reloj y decidí, que ya que no estaba ocupado con otro paciente, podría examinar su herida. Durante el examen, comprobé que estaba curado, entonces le pedí a uno de los doctores, algunos elementos para quitarle las suturas y curar su herida.

Mientras le realizaba las curas, le pregunté si tenía una cita con otro médico esa mañana, ya que lo veía tan apurado.
El señor me dijo que no, que necesitaba ir al geriátrico para desayunar con su esposa. Le pregunté sobre la salud de ella.
Él me respondió que ella hacía tiempo que estaba allí ya que padecía de Alzheimer.
Le pregunté si ella se enfadaría si llegaba un poco tarde.
Me respondió que hacia tiempo que ella no sabía quien era él, que hacía cinco años que ella no podía ya reconocerlo.
Me sorprendió, y entonces le pregunté, '¿Y usted sigue yendo cada mañana, aun cuando ella no sabe quién es usted?'
Él sonrió y me acarició la mano, me contestó;
'Ella no sabe quien soy, pero yo aún sé quién es ella.'
Se me erizó la piel, y tuve que contener las lágrimas mientras él se iba, y pensé,
'Ese es el tipo de Amor que quiero en mi Vida.'
El Amor Verdadero no es físico, ni romántico. El Amor Verdadero es la aceptación de todo lo que es, ha sido, será y no será.


"¡La vida no se trata de cómo sobrevivir a una tempestad, sino cómo bailar bajo la lluvia!"