Y en este instante me pregunto por qué, mil porqués...
Debo hacerlo para colocar un parche que me apacigüe por un rato al menos.
...
Llegaste y fuiste uno más de entre tantos; logré, como siempre, pasar desapercibida dejando claros los límites entre mi mundo y el resto del él. En un tiempo que no sé definir, cruzaste la línea lejos de tu conciencia y sin embargo, lo suficientemente dentro de la mía. Y una vez en mi burbuja, me regalaste maceta, tierra y semilla. Compuse el puzle a ciegas sin conocer las consecuencias y olvidando límites y controles... comenzó a germinar un castillo de nubes e ilusiones, utópicas en verdad, probables en sueños...
(disfruto viéndote cada mañana, oyendo tu voz... riendo con tus bromas y deshaciéndome con los leves roces casuales)
Aún me sorprendía más, mi mundo parecía mantener su sosiego con mínimas vibraciones de inusitadas sonrisas.
Persona más interesante e inteligente con quien he tropezado, cada día enseñando algo nuevo, inquietudes tan distintas y ajenas del resto... ójala te pudiera decir cuánto me aportas, lo valioso que eres para mí y lo esclava que me he vuelto de ti...
Pasión, atracción, química...
Pensé, me creí que estaría así al menos un tiempo, un largo tiempo y que podría...
Hasta el día que decidiste soltar amarras por propias inquietudes. Egoístamente te gritaría en baja voz un "no te vayas"... dos, tres, cientos...
Mi pequeño mundo comienza a quebrarse y surgentes ríos poco a poco van derrumbando este castillo
y teniéndote delante ya te echo de menos...
Cuánto daría porque compartieras un rato conmigo... un sólo abrazo...
Y sin haber sido, te quiero sin tenerte
te vas
dejando una herida abierta a no cerrarse
me niego a perderte y sin embargo no hay opción
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