lunes, 23 de noviembre de 2009

Hoy no...

No, no, no... me repetía una y otra vez al coger las llaves bajando las escaleras hasta llegar al coche. Mientras conducía hacia la jaula de rutina diaria, me venías a la mente y entonces subía la música... este lunes quería comenzar otra etapa, digámoslo así, donde (pensaba ilusa) tú no estarías. Dejar de sentir, dejar de sufrir por alguien que jamás tendría, es más, por una persona que sólo sabe que existo por compartir esa jaula. Nada más salir del coche respiro, el aire me corta y me dije que no, que tuviera voluntad... sólo temas vanales...
Entré. Respiré un tanto aliviada, un tanto desilusionada porque su lugar estaba vacío.
Y bueno... durante unos minutos, unas horas... fue una eternidad la espera. Aunque no quería verle, no paraba de dar vueltas en mi cabeza. Creo que llegué a la parte donde fue necesario el autoconvencimiento: venga, a ver, cómo se va a fijar en mí, si soy como soy... un tanto rarita, un poco pesada, poco de todo y bastante de nada ... o que simplemente no soy de su estilo, que tampoco hay que machacarse... o si?
Primero llegó su voz, después su aroma de recién duchado y finalmente, sus pies le trajeron hasta su escritorio.
Quise decir un "buenos días" ensayado, girarme, mirarle... y lo que debió ser un gesto natural, se vió forzadamente estático. Vaya asco.
Me fui, volví... le oía hablar, reírse, le veía ir a por agua... Vaya asco. Había conseguido no hablarle, pero él invadía completamente mis pensamientos. Hasta que me habló, me preguntó por el fin de semana... yo... yo... hice lo de cada día...
Sonreí, le respondí... y para continuar le pregunté por el suyo, un tema llevó a otro y como siempre, me encontré dentro de esa espiral donde dejo de ser yo para transformarme en "intento de gustar"... una verdadera pena.
Intenté escapar de su presencia estando a una distancia prudencial, pero sin más se levantó y se puso a mi lado, hablando... realmente no recuerdo... porque en ese momento yo era una turista recorriendo su rebelde pelo rizado, perdiéndome en sus ojos, mordiendo mis labios con sólo pensar en rozar los suyos... (...) mientras yo era todo sonrisas y buena cara.
Indirectas, directas, idas y vueltas para encontrarme de nuevo en el punto de salida, sintiendo mezcla de rabia por no gustarle, frustración por no conseguir avanzar, decepción por no cumplir lo propuesto de la mañana... y todo para salir al mediodía hecha una madeja, sonriendo embobada por él, para él... y no dejando de soñarle de todas formas, en cualquier parte...
Y a mi mente vuelve repetidamente la idea de rozar sus labios mientras mis dedos ahora rozan los míos...
Quisiera no sentir tanto para no sufrir estas punzadas de dolor en mi alma, pero a cambio, no viviría intensamente y tampoco sería yo...

3 comentarios:

Esther dijo...

¡Has vuelto! ¡Rebienvenida!

Un deseo que hubiéramos deseado tantas... Y lo digo en pasado porque yo hace tiempo que me puse a mí misma como un autocontrol, por decirlo así, y pensé algo así como el Chris Isaac en su canción de Wicked game:

- No me quiero enamorar...

Pero, a veces, el corazoncito puede ser aún así travieso y no dejarte en paz. Yo intento que duerma porque es lo mejor, pero, puede que alguna vez se empeñe en despertarse... Y él, se empeña, se empeña en despertar pero, yo no quiero. Yo pienso que es mejor así, ya que en este mundo en el que vivimos, tal y como está el patio, lo más probable es que luego duela todo, porque siento que nadie o casi nadie se quiere realmente. Así que yo siento que no vale la pena ni molestarse.

Tb, en la canción que te dije, me parecen totalmente ciertas las frases:

- Nadie quiere a nadie.
- Este mundo sólo te romperá el corazón.

Sorry por mi pesimismo pero, no diré que es maravilloso cuando pienso que no lo es. Hay muchos que sólo se quieren aprovechar de ti, hipócritas con tal de conseguir lo que quieren... A menudo siento que es mejor pasar de todo. Yo no me hago calentamientos de cabeza. Como dice mi amiga: - nosotras hippies totales ¡Je,je,je! Además, ser solterón está de moda, eso dice ella, así que nosotras estamos ya a la moda. No pueden decir que no somos modernas ¡Je,je,je!

Saluditos.

Anónimo dijo...

¡Hola muchacha!, gracias por visitar mi desván. Espero que te gustara. Ya veo que tenemos amistades comunes, porque Esther y yo nos conocemos por este medio desde hace bastante tiempo ya. Je, je, je. En fin, que te mando muchos ánimos para que ese dolor vaya remitiendo. Piensa que nunca llueve eternamente. Al final saldrá el sol. Estoy seguro. Así que mantente alerta. Si necesitas un amigo, ya sabes donde me tienes. Será un placer estar ahí. A ver si esto es el comienzo de una bonita amistad. Suerte con tu blog!!!!! Besos.

missi dijo...

Hola Esther!
Alguna vez he pensado así... digamos que decidí no pasarlo mal, o evitar la posibilidad... pero también evitas el poder descubrir agradables sorpresas, y eso es lo que me hace "caer". Quizá es la idea fija que tengo de lograr ser mínimanete feliz sin tener tantos altibajos que hacen que me replantee mil cosas... Y por otro lado, es que aunque quiera controlar mi corazón, me es imposible... y es que, sentir dolor en el pecho y mariposas en el estómago, son dos opuestos inseparables...
Un saludín gatuno y gracias por pasar por mi rinconcito ^^.

Alatriste, bienvenido a mi pequeño lugar, siéntete como en casa...
El dolor... bueno, pienso que sólo remitiría y desvanecería si lograra que ese chico me diera la oportunidad de conocerlo, que no se quedara sólo en lo superficial que hay ahora y cuando se vaya deje de existir... eso es lo que me llena de tristeza... y tampoco se puede obligar a nadie a tener que mantener comunicación a distancia...
Espero seguirte la pista y sí, también que sea el inicio de una buena amistad... gracias por tu ofrecimiento, es algo tan importante... cuenta conmigo también, si?
Un besito de gato!! ^^