Hay veces que es necesario hacer un receso, ponerte en pijama y arrebujarte entre mantas con una taza de té calentita entre las manos...
y hay veces que este paréntesis puede durar mucho tiempo...
Supongo que es lo que me ha sucedido.
Un tiempo para meditar y poder paladear los acontecimientos que han dejado huella estos últimos meses; recoger ese regusto final e intentar clasificar el millar de sensaciones y despertares que han copado mi mente.
Qué fácil cuando buscamos lo difícil y cuán imposible al ansiar lo sencillo...
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Hace 2 años